La limpieza y el control de plagas van de la mano para que acciones de desinfección y tratamientos de eliminación y prevención de plagas perduren a lo largo del tiempo y nuestras estancias, ya sean nuestros hogares, locales comerciales, almacenes o cualquier local susceptible de invasión, permanezcan libres de insectos y roedores, pero también el reciclaje juega un papel muy importante a la hora de un control de plagas efectivo.
Sin ir más lejos, recientemente el Ayuntamiento de Getxo ha procedido a la instalación de 54 contenedores naranjas( Uno por cada 1500 habitantes) para la recogida y reciclaje de aceite vegetal usado con el fin de evitar la contaminación (un litro de aceite puede contaminar cerca de 40.000 litros de agua) y la proliferación de ciertas plagas a las que este aceite puede servirles como alimento.
Cuando vertemos el aceite por el fregadero, debido a su densidad, no se diluye en el agua y alcanza alcantarillados y redes de saneamientos urbanas, lugar donde habitan cucarachas y ratas que son capaces de alimentarse de cualquier resto orgánico, por lo que al deshacernos del aceite por el desagüe en lugar de reciclarlo correctamente, estamos proporcionando a estas plagas urbanas el alimento que necesitan para alimentarse y reproducirse.
Tanto por evitar la contaminación, como por realizar un control de plagas eficiente, los ciudadanos debemos de concienciarnos de lo que supone no hacer un reciclaje responsable de nuestros residuos, que nos ayudará a no ser víctimas de tan desagradables visitantes.
Los procesos de desinsectación y desratización (conocidos como DDD) mantienen una estrecha relación con la limpieza, ya que si se llevan a cabo pero no se cuida la limpieza de las instalaciones, es fácil que las plagas puedan volver a ser atraídas por los residuos que les servirán tanto para esconderse, como para alimentarse, y a todo ello debemos sumar operaciones de reciclaje correctas que nos permitan deshacernos de los residuos de forma efectiva tanto para nuestra propiedad, como para las inmediaciones colindantes y nuestro propio núcleo urbano. Este aceite no apto para el consumo humano, podrán servir a posteriori tras un proceso de reciclaje, para producir productos tales como fertilizantes, jabones o biocombustible.
Si bien los procesos de fumigaciones en Vizcaya son efectivos, debemos de dar un paso más a modo de colaboración ciudadana y optar por el uso de contenedores de aceite usado para garantizar un control de plagas efectivo.
Toma nota y apúntate a reciclar, guarda tu aceite usado en botellas de plástico para después dejarlo en tu contenedor de reciclaje de aceite usado más cercano.
