Solo los especialistas de control de plagas pueden terminar con esta plaga tan difícil de erradicar.
Damos por inaugurada la temporada de vacaciones y con ella el ajetreo de buscar alojamiento. Desde albergues económicos hasta hoteles de cinco estrellas, cualquier opción es buena para disfrutar de unos días pero, ¡cuidado!, porque puede que regreses a casa con amigos que ni tan si quiera conoces, las chinches de cama.
Para estos bichitos no existe ni edad, ni raza, ni sexo, ni país de origen, ni manera de dormir, ni calidad, ni estatus, solo quieren sangre humana para alimentarse. Para acabar con ellos lo mejor es contactar con especialistas que lleven a cabo un control de plagas.
El crecimiento de esta plaga se debe a la globalización. La facilidad que tenemos hoy en día para viajar y el aumento de población de chinches resistentes a un control de plagas han provocado que estos insectos se propaguen con rapidez. La chinche de cama (Cimex Lecturalius) es un insecto que se alimenta de sangre humana y lo podemos encontrar en camas y mobiliario de dormitorios. Se activan durante la noche, momento en el que aprovechan para alimentarse provocando picaduras. Su tamaño y aspecto puede variar dependiendo de la fase de crecimiento en la que se encuentre. Se reproducen por huevos y cuando salen de él son semitransparentes o de color marrón y del tamaño de una cabeza de alfiler. En su fase adulta, tienen forma plana, con cuerpo ovalado, color rojo óxido y del tamaño de una semilla de manzana.
Cómo apreciar si hay una plaga de chinches en tu dormitorio:
Si lo visualizas rápidamente sin ninguna complicación, puedes intentar acabar con ellas con algún insecticida, pero como ya hemos mencionado antes, las nuevas generaciones suelen burlar estos remedios por lo que te recomendamos que solicites la ayuda de especialistas de control de plagas.
En el caso de que hayas amanecido con alguna picadura y no estés completamente seguro de que se trata de un mosquito, desviste la cama y observa muy atentamente. Si encuentras unas pequeñas manchas negras como de sangre, excrementos o incluso de huevos no creas que son manchas de humedad, podría ser una plaga de chinches. Estas manchas suelen a aparecer en las costuras y pliegues de colchones, sábanas, fundas de almohadas, muebles tapizados, grietas y fisuras de los muebles, rodapiés y grietas de paredes.
Erradicar las plagas no es una tarea fácil pero vamos a darte algunos trucos para intentar evitar su expansión antes de que contactes con un especialista de control de plagas.
Todo aquello que se pueda lavar en la lavadora, lávalo en un programa de temperatura mínima de 60º y después sécalo en una secadora durante dos horas a 45ºC. Si en tu domicilio no dispones de secadora, guarda la ropa en una bolsa de plásticos bien hermética y sécala en una lavandería. El calor es una de las mejores soluciones para terminar con ellas.
Para todas aquellas cosas que no soporten tales temperaturas como es el caso de maletas, bolsos, zapatos…, introdúcelos en un congelador durante mínimo una semana.
Una vez realizado esto, lo mejor es que contactes un una empresa de control de plagas y te asegures de que las chinches han desaparecido totalmente.
