Las arañas están siendo utilizadas para el control de plagas en los cultivos. Esto se desprende de una investigación llevada a cabo recientemente. Así un equipo formado por miembros del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), de la Estación Experimental Cajamar e investigadores del CSIC ha constatado la gran cantidad de especies autóctonas de arañas.
Según explican, los arácnidos son utilizados como depredadores naturales de algunos insectos perjudiciales para los cultivos. De ahí que los agricultores las utilicen para controlar las plagas de insectos en los invernaderos de Almería. Principalmente se emplean para combatir la mosca blanca y el trips de las flores.
La investigación se llevó a cabo en 800 metros cuadrados en El Ejido. Se simuló el hábitat natural de la zona y se tomaron muestreos mensuales. Se pudo comprobar tanto la dinámica de insectos que provocan las plagas como del resto de la fauna autóctona.
En el estudio se pudo probar que las plantas que rodean normalmente los cultivos no son el origen desde donde se propagan las plagas. Y, por tanto, no constituyen una amenaza para los cultivos.
Por otro lado, la investigación demostró que los distintos tipos de arañas se alimentan de la mosca blanca en las diferentes etapas de esta última. Ya en fase adulta son las arañas tejedoras las principales depredadoras de estas moscas.
Plantas para albergar arañas
Asimismo, el estudio demuestra que la mosca blanca es una de las amenazas principales en los cultivos. Por ello, los expertos aconsejan que entre los cultivos existan plantas, como los setos utilizados en el experimento, que puedan albergar arañas. De este modo, se consigue crear una barrera fitosanitaria.
Como conclusión de este experimento, se recomienda plantar setos o plantas autóctonas en el exterior para los cultivos al aire libre. El estudio afirma que de este modo se impedirán las plagas tanto en el exterior como en el interior de los invernaderos y, además, de manera natural.
