La presidenta de Diputación, Irene García, y el secretario general de COAG-Cádiz, Miguel Pérez Aguilar, han suscrito un convenio que permitirá la aplicación de nuevas alternativas para poder acabar con las plagas presentes en cultivos en la provincia de Cádiz.
Son varios los métodos que se han previsto para poder combatir a los insectos causantes de los daños en las producciones agrícolas. La introducción de depredadores que puedan combatir a los insectos o la incorporación de técnicas de confusión sexual, para que los insectos no puedan reproducirse, son algunas de las alternativas estudiadas para combatir a estos dañinos insectos. Diputación dedicará 100.000 euros a este proyecto.
La vid, el olivar o el algodón son cultivos a los que serán destinadas estas acciones. Estas soluciones son de carácter biológico y evitan los tratamientos fitosanitarios agresivos.
Medios sostenibles como hongos, feromonas o bacterias combatirán varias plagas que amenazan al campo gaditano. La plaga de la lobesia botrana o de la araña roja en el caso de los viñedos, la mosca del olivo o la plaga de la elliotis, en las producciones de algodón serán algunas de las plagas que se verán afectadas. Se espera así acabar con las plagas.
Irene García valora este acuerdo que confirma el respaldo al sector primario de la provincia de Cádiz por parte de Diputación. Además, aporta resultados concretos de la nueva estrategia de concertación con el sector agropecuario. El convenio suscrito con COAG-Cádiz tiene una evidente transcendencia económica, ya que permite que los agricultores mejoren su planificación de costes así como su rentabilidad.
Miguel Pérez defiende la actual convicción de los trabajadores del campo como “gestores medioambientales”, frente a la imagen que los situaba como una “amenaza para el medio ambiente”.
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