La plaga de insectos perforadores está poniendo en jaque a la masa forestal de la Sierra de Baza en Granada y la almeriense Sierra de Los Filabres. Estos insectos son autóctonos por lo que es habitual encontrarlos en los pinares de la Península. Otras comunidades como la valenciana también se han visto afectadas por este mismo problema.
¿Qué es una plaga de insectos perforadores?
Cuando se produce un exceso de población se produce la plaga de insectos perforadores. En el caso de las coníferas, la mayoría de los insectos pertenecen a la familia de los escolítidos. Éstos son pequeños escarabajos de entre 3 y 4,5 mm que se desarrollan entre la corteza y la madera de los pinos.
La hembra pone los huevos debajo de esa corteza. En tres o cuatro semanas, dependiendo de la especie, se van desarrollando las larvas que se alimentan de los tejidos de los conductos por donde asciende la savia. Esto hace que el árbol se seque y muera en menos de un mes. Por lo general, aparecen en árboles que están débiles, pero si la población de estos parásitos es muy alta atacan a los árboles sanos.
Controlar una plaga de insectos perforadores es complicado porque se hallan debajo de la corteza, que usan también para protegerse. Esto hace que no sea práctico utilizar los fitosanitarios. Para acabar con ella, lo habitual es realizar una tala de los árboles afectados. Los pinos son descortezados, triturados o extraídos del monte antes de que las larvas sean adultas.
Recomendaciones ante una plaga de insectos perforadores
- Apeo, descortezado y eliminación de pinos enfermos y sus leñas.
- Instalación de cebo. Normalmente con ramas de árboles sanos para atraer a los parásitos. Suele hacerse en otoño o invierno.
- Trampas de feromonas. Deben de utilizarse cuando los insectos vayan a colonizar.