La semana pasada os hablamos de la importante plaga de polillas guatemaltecas que están sufriendo algunas de las plantaciones de patatas en Galicia. Por ello, en el post de hoy, vamos a mencionaros algunas de las plagas más comunes que pueden aparecer en los huertos.
1.- Trips: Estos insectos se reproducen por huevos y necesitan una temperatura óptima de 24º a 26º para su desarrollo. Durante 12 o 14 días, este insecto pasa por seis estados diferentes. Comienza siendo un huevo, pasa al primer estado de larvario, a un segundo de larvario, después se convierte en proninfa, ninfa y por último llega a ser adulto.En el estado de larvario y de adulto es cuando más daños puede causar a los cultivos de los huertos ya que pican y succionan el contenido celular de los tejidos de las hojas. Producen unas lesiones superficiales de color blanquecino en la epidermis de las hojas y frutos que, con el tiempo, se necrosan afectando al resto de hojas y causan su muerte.
2.- La mosca blanca: Como su propio nombre indica, la mosca blanca tiene un aspecto blanquecino y dispone de dos alas con las que se desplaza de manera muy rápida de una planta a otra. Le encanta el color verde claro y el amarillo. Se nutre de hojas y de las partes jóvenes de las plantas. La mosca blanca del tabaco (Bermisia tabaco) está catalogada como una de las especies más dañinas de los cultivos de invernaderos. Durante los 20 días que vive, pasa por cuatro estados diferentes (huevo, larva, pupa y adulto) y puede poner hasta 100 huevos. Durante su ciclo de vida, la mosca blanca necesita una temperatura media de 25ºC y 65% de humedad relativa.
3.- La araña roja: Es un ácaro con u
n tamaño aproximado de 0,5mm y cuenta con una característica muy peculiar en lo que se refiere a su color. Durante los meses de verano es de color verde claro con dos manchas negras y durante el invierno sus manchas desaparecen y su color se vuelve naranja. Para su reproducción necesitan entre un 40% y un 55% de humedad y una buena incidencia de luz. Se reproduce por huevos y pasa por tres fases dife
rentes hasta llegar a la de adulto. Este insecto es muy versátil ya que se adapta a casi todos los tipos de plantas por lo que es muy posible encontrarla en todos los cultivos hortícolas. Se suele instalar en el envés de la hoja dejándola completamente amarilla hasta que se seca y se muere. La araña roja es muy resistente y cuesta mucho eliminarla. Existen tres hembras por cada macho por lo que se reproducción es inmensa.
4.- El pulgón: Este insecto puede tener tres colores diferentes: negro, amarillo y verde. No suele superar los 3 mm y cuenta con unas patas muy largas y finas, dos antenas y tiene forma de pera. Suele vivir en el envés de las hojas y en los tallos. En ocasiones, suele desarrollar dos alas que la ayudan a desplazarse de una planta a otra. Suele vivir en colonias por lo que forman grandes plagas.
Estos insectos atacan a un gran número de cultivos hortícolas ya que poseen un aparato bucal con el que extraen el jugo celular de la planta. Esta extracción no provoca ningún daño aparente ya que no rasgan las células.
Con el paso del tiempo, las hojas sufren deformaciones hasta que se secan. También transmiten enfermedades víricas e incluso segregan una capa azucarada facilitando la aparición de hongos. El pulgón nace de huevos
5.- La oruga: Existen más de 10.000 especies distintas. Al igual que los insectos anteriores, la oruga sufre cambios hasta que llega a ser adulta. Cuando tiene aspecto de oruga, significa que se encuentra en el estado más joven y luego evoluciona a mariposas o a polillas. La fase en la que más daño provoca en los cultivos es cuando el huevo eclosiona y aparece la oruga. Las hojas, los frutos, las flores y los tallos quedan agujereados y se permanece durante mucho tiempo en los cultivos los daños son muy elevados.
6.- El minador: Se trata de un díptero cuyas larvas cavan galerías en las hojas de las plantas sin dañar su tejido. Debido a esta peculiar actuación, el mirador es también conocido como submarino. En su etapa adulta se convierten en pequeñas moscas de unos 2 milímetros aproximadamente y depositan las larvas dentro de las hojas donde forman galerías que cambian de tamaño según la larva va creciendo. Los daños los producen las propias larvas quienes se alimentan de los tejidos de las hojas destruyéndolas poco a poco y reduciendo la capacidad fotosintética de la planta. Estos daños hacen posible también la entrada de bacterias a las plantas.
