Murcia se ha convertido en un referente para combatir las plagas de insectos, en concreto en los cultivos. Hace más de 20 años que en la huerta murciana se viene utilizando técnicas de control biológico en pimientos, tomates y otras hortalizas. En esta zona, han sido capaces de sustituir aquellos tratamientos con mezcla de productos muy tóxicos por insectos que hacen la misma labor y resultan menos dañinos.
Ya en 1996, Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam) optó por el control biológico, concretamente en el pimiento, para hacer frente a la competencia holandesa. El primer experimento se llevó a cabo al año siguiente en una hectárea. Cuatro años después, se aplicaba este mismo método al 95% de la producción, extendiéndose a otros tipos de cultivo.
El control biológico, un método más barato
La entrada de nuevos insectos, como la mosca blanca o los trips, llevó a Murcia a adoptar esta solución. Es menos dañina e incluso podríamos decir que es más barata. Por poner un ejemplo, adquirir insectos para cultivos de pimiento tiene un coste de entre 2.500 y 3.000 euros por hectárea al año, mientras que el uso de pesticidas y otros agentes químicos supondría un desembolso de cerca de 6.000 euros por hectárea.
La crianza de insectos depredadores de otros que dañan los cultivos abarata el control de plagas de una forma más natural. Algunos expertos lo comparan casi a como se hacía hace 60 años en los que se esperaba la llegada de las mariquitas para que acabaran con los pulgones.
Con los avances tecnológicos actuales, así como las distintas investigaciones hacen posible que el control biológico sea más sencillo y específico que termine con un depredador en concreto y no tenga efectos secundarios para las plantas.
Esto no quiere decir que el control biológico haya sustituido al químico. A veces los agricultores no tienen más remedio que acudir a tratamientos con fitosanitarios para que no se malogre la cosecha. Lo que se hace habitualmente es echar mano de un sistema mixto en el que control biológico y químico se complementen, ya que no funciona igual en todos los cultivos.