Al igual que muchas aves, los insectos no entienden de fronteras, por eso cuando cambiamos de estación millones de escarabajos, moscas, mariposas o pulgones recorren largas distancias en busca de otros lugares. En primavera los insectos vuelan hacia al norte mientras que en otoño su destino es el sur. Un estudio publicado en la revista Science y realizado por científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) afirma que
atravesando el sur de Gran Bretaña en su camino hacia África. Si pesaríamos esta enorme cantidad de insectos, estaríamos hablando de que su masa alcanzaría las 3.200 toneladas.
Conseguir estas conclusiones no ha sido tarea rápida. Durante un total de diez años y usando una técnica especial de radar para estimar la relevancia de las migraciones de insectos, los científicos han concluido que su importancia pasa desapercibida y más teniendo en cuenta el alto contenido de nutrientes que transportan entre los ecosistemas.
Hasta el momento, los científicos se habían centrado en seguir los movimientos de las plagas con los radares conocidos como VLRs (Vertical-looking entomological radars), es decir, radares entomológicos para observación vertical. Pero ahora han usado esta técnica con el objetivo de medir la relevancia de los insectos migratorios. Y en concreto, la han usado para insectos grandes, de al menos 10 miligramos de peso, y unas redes de captura para los más pequeños.
Gracias a esta técnica también han averiguado que cerca del 70% de la migración se produce durante las horas diurnas, en días cálidos, con vientos moderados aunque también es verdad que observaron que los grandes insectos aprovechan las corrientes de aire para desplazarse.
Según Gao Hu, el líder de la investigación, muchos de los insectos estudiados proporcionan importantes servicios ecológicos esenciales para mantener ecosistemas saludables como la polinización, la predación de plagas de cultivos o ser una fuente de comida para ciertos pájaros y murciélagos.
Este tipo de estudios resulta importante para saber cómo puede afectar el clima a la aparición de plagas o al comportamiento de otras especies de insectos voladores.
